Bueno, pues como ya está aquí el 2015, montemos una mise-en-place de bola de cristal y cartas de tarot, y atrevámonos a decir qué que es lo que va venir en los próximos meses. Como dicen en la teletienda, sus resultados pueden variar…
Saúco, saúco everywhere Está en todas partes y con buena razón. El sabor del saúco, dulce pero refrescante, se ha convertido en el gran comodín. Monin e IKEA (sí, sí, esa IKEA) tenían ya su sirope, Teichenné ha sacado el suyo, Bacardí parece bastante volcada en St-Germain y Diageo sacó una edición limitada de Pimm’s con esta baya y moras el pasado verano. A ellos se les viene a unir la tónica de saúco de Fever Tree… y suponemos que suma y sigue. Veredicto Una o dos copas: Es política institucional de este blog ser MUY fan de todo lo que lleve saúco, lo que no nos ciega a la hora de darnos cuenta de que su sabor no siempre suscita el mismo entusiasmo entre paladares menos exquisitos. Nos tememos que en 2015 pueda vivir su «momento Macarena» para luego quedarse relegado al fondo del mueble-bar junto la botella de pippermint que hiberna allí desde 1978.
Trampantojos Ni los trampantojos («Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es», según la RAE) son nuevos, ni tienen nada que ver con las folclóricas. Sí que es cierto ahora se han popularizado porque cierto concursante de cierto programa de cocina (vamos, David de Top Chef) ha utilizado profusamente esta técnica, heredada de Ferran Adrià, quien posiblemente la heredera de cocineros franceses como Bras o Gagnaire quienes posiblemente la heredaran de… Jerry Thomas. Porque sí, amigos, ahí adelantándose por la banda y marcando por la escuadra, un mixólogo y no un cocinero proponía ya un falso Coffee Cocktail en 1887, en su How to mix drinks. Veredicto Una o dos copas: Últimamente hemos podido probar trampantojos de Aviations preparados con ron, y de Whisky-Cola creados a partir de vermut. Que como alarde técnico no nos parecen mal, pero ¿son verdaderamente necesarios…?
Poco alcohol Cóctel y lingotazo están dejando cada vez más de ser sinónimos y este año posiblemente veamos más combinados de esta categoría aparecer en libros, cartas e, incluso, en barras de bares no especializados. Veredicto Una o dos copas Ojo, aquí estamos diciendo que prevemos el éxito de cócteles poco alcohólicos pero no así de los cócteles sin alcohol, por varias razones. En primer lugar, si no hay razones de salud de por medio, sigue pareciendo psicológicamente complicado gastar cierta cantidad de dinero en bebidas sin alcohol. En segundo lugar, el mensaje del consumo responsable parece que va calando. Y en tercero, los cócteles bajos en alcohol permiten reivindicarse a ingredientes hasta ahora minoritarios, como el vino o, bueno, la cosa ésa del vodka de sabores.
Salado y agrio Si 2013 fue el año de los ahumados, 2014 fue el de los shrubs, es decir, eso de convertir la tortura bíblica de hacer beber vinagre a Jesucristo en la cruz en una forma refrescante y agradable, todo apunta a que 2015 será el año de los salados. En Little Red Door, el bar donde trabaja Rémy Savage, el ganador de este año del World’s Most Imaginative bartender, lo utilizan en todos los cócteles para quitar el amargo. Veredicto Una o dos copas ¿Y por qué no? Todo lo que sea ampliar la paleta gustativa nos parece bueno. P’alante.
Cócteles embotellados Lejos de las clásicas botellas de alcopop de colores chillones, presentes en las discos de toda La Costa Española Shore, ya hace un par de años que los cócteles embotellados de alta gama se presentan como la forma de alcanzar la precisión absoluta una y otra vez (por no mencionar que ofrecen unas posibilidades comerciales para los bartenders mediáticos nada despreciables) No es algo nuevo (ya en los años treinta existían), pero esta vez renacen con la etiqueta de artesanales y todo lo que ella conlleva. Veredicto Una o dos copas Quienes han probado los del bar londinense White Lyan, el primero en centrarse sólo en este tipo de coctelería, nos dicen que saben bien; la idea, sobre el papel, es eficiente y útil, pero… hay algo terriblemente deprimente en abrir una botella y servirla sin más.
Otras tendencias al alza o que ya estaban aquí y continuarán «en el candelabro»: Whiskys/whiskeys/bourbons con sabores (para atraer al nuevo bebedor), cócteles invertidos (es decir, cócteles clásicos en los que se invierte la proporción entre sus ingredientes), mermelada, cerveza y vino (como ingredientes), microdestilerías premium, mezcal, amargos italianos, el espresso martini.