Los inicios de la coctelería barcelonesa (III)

Caseta de Martini Rossi en la inauguración del autódromo de Terramar. Autor desconocido.

La coctelería doméstica. El marketing a cliente.

En la redacción de este capítulo utilicé en parte material que había generado en un post anterior, por lo que linkaré a él para que evitarle repeticiones al lector. También he añadido algunas referencias que he ido encontrando después en hemerotecas y archivos.

La coctelería, entonces como ahora (aunque quizás entonces más que ahora) no se ciñe al contexto estricto del bar, y desde relativamente pronto la prensa publicará recetas para distintas bebidas, destinadas no tanto al profesional como al personal de servicio doméstico, primero, y a las amas de casa, después. El primer libro de coctelería en publicarse en España es obra de Ignasi Domènech y es de 1911. Su nombre es “El arte del coktelero europeo” y es uno de los primeros que escribe este pionero de las letras gastronómicas catalanas. Domènech es uno de los grandes codificadores de la cocina moderna en España. Aunque comienza su trayectoria trabajando en Barcelona, pronto la internacionalizará y trabajará en el Hotel Savoy de Londres a las órdenes del cocinero Auguste Escoffier. Posiblemente fuera allí donde se familiarizara con la preparación de los cócteles, aunque no lo sabemos con certeza. Lo que sí es cierto es que su manual gozará de un gran éxito, al reeditarse en 1931 y 1932. Como es habitual en los libros de la época, “El arte del coktelero europeo” no sólo contiene recetas de cócteles, sino también de cafés, ponches y snacks para el bar, así como explicaciones más bien poco fiables acerca de la historia de la coctelería.

Fuente: Todocoleccion.net

En el libro de Domènech hay diversas inserciones publicitarias. La presencia de la publicidad en las páginas de la prensa también irá aumentando según se aproxime la década de los treinta, en la que además de anuncios a toda página en La Vanguardia, y destacará la cara (por larga) campaña de inserciones que llevó a cabo el cóctel embotellado Kemtton en el diario La Veu de Catalunya durante 1932. La publicidad de destilados de la época denota que el alcohol de alta graduación ya no se consumía solamente en los bares, sino que comenzaba a entrar en los domicilios. Todos ellos apostarán por apelar directamente al consumidor.

Carroza de Martini en la rúa de carnaval de 1930

Martini Rossi, por ejemplo, desarrollará una importante labor de esponsorización de actos deportivos o festivos, como la copa Martini-Rossi de atletismo (en 1919), carrozas en la rúa de carnaval (193 ), además de acciones de sampling, presencia en ferias dedicadas a la hosteleríaconcursos, neones de merchandising para el punto de venta, promocionespublicidad directa. Nada nuevo, pues, bajo el sol.

Sampling de Martini Rossi en Las Ramblas 19/08/1923

Otras marcas, como Bardinet o Cinzano, llevarán a cabo promociones similares, a menudo basadas en el sampling. En la inauguración del autódromo de Terramar, en Sitges (hoy en día un lugar fantasmagórico en estado de semiabandono) tanto Bardinet como Martini distribuirán muestras de sus productos entre los asistentes, y en el pit-lane se verá publicidad de marcas como Anís del Mono o Cinzano.  Esta firma, a su vez, utilizará armas similares a las de su competidor, e incluso esponsorizará un espacio semanal en la naciente Radio Associació de Catalunya en 1932. Y en las listas de regalos de boda de las páginas de sociedad y los anuncios de grandes almacenes no es infrecuente encontrar juegos de cóctel.

pit lane

Durante esta época aparecen también los cursos del chef Josep Rondissoni en l’Escola de la dona, en Barcelona, que buscaban formar a la ama de casa moderna. En estos cursos impartía clase Miguel Boadas, quien publicaba sus recetas en la revista Menaje –muy vinculada a Rondissoni- aunque de vez en cuando ésta también recibía aportaciones del maitre del Hotel Colón, Salvador Farré.

Leer el primer post de la serie.

Leer el segundo post de la serie.

Eventos: vuelve la Terraza Martini

Albert Adrià_Terrazza MartiniYa es el tercer año que Martini organiza en Barcelona la Terraza Martini en el puerto de la ciudad con ocasión del Gran Premio de España de Fórmula 1 en el Circuito de Montmeló, y la veterana marca de vermut italiana ha apostado este año por gastronomía y música para su evento en Barcelona. En esta edición y gracias a la alianza con el festival Primavera Sound traerá a varios artistas interesantes en concierto (servidora es chinarrista convicta y confesa, y que venga Sr. Chinarro, que acaba de sacar disco, me parece es-tu-pen-do). Debajo os pego la agenda, en la que han incluido un artista sorpresa.

Las tapas que se venderán junto al Martini Tonic –perfect serve que propone la marca- irán a cargo de Albert Adrià, y se servirán 19:00 a 22:30 cada día. Luego la Terraza se llevará a Madrid, Sevilla y Gijón coincidiendo con los respectivos premios de Fórmula 1.

Agenda de conciertos:

VIERNES 13 DE MAYO

12.00h. a 15.00h. DJ XTRARRADIO

15.00h. a 18.00h. DJ SHELBY GREY

18.00h. a 19.30h. DJ XTRARRADIO

20.30h. a 22.00h SR. CHINARRO

22.00h. a 23.00h. DJ XTRARRADIO

SÁBADO 14 DE MAYO

12.00h. a 13.00h. DJ XTRARRADIO

13.00h. a 16.00h. DJ FRA

16.00h. a 20.30h. DJ XTRARRADIO

20.30h. a 22.00h. CHRISTINA ROSENVINGE

22.00h. a 23.00h. DJ XTRARRADIO

DOMINGO 15 DE MAYO

12.00h. a 19.00h. DJ XTRARRADIO

19.00h. a 20.00h. HIDDEN ARTIST

20.00h. a 22.00h. DJ XTRARRADIO

 

Vale, estoy listo para ir más allá del Gin Tonic, ¿y ahora qué?

Ellos ya han superado el Gin Tonic ¡y son más jóvenes que tú!

Hola, pequeño padawan. Llegado tú has hasta Dagobah para que el maestro Yoda te aconseje sobre cócteles distintos. La senda del Gin Tonic tentadora es, pero hacia el lado oscuro de la rutina y el postureo conduce (Nota: por amor a la claridad a partir de ahora vamos a suponer que Yoda conocía los rudimentos de la sintaxis y continuaremos este post normalmente). Vamos, que tienes curiosidad por probar cócteles nuevos, pero no sabes qué pedir cuando entras en un bar. Si cuentas con la suerte de tener un bartender de confianza, lo mejor es describirle tus gustos y muy probablemente él o ella te preparará una copa fantástica (sospecho que son telépatas). Sin embargo, si no conoces a la persona que está detrás de la barra, o el bar está lleno y no es viable enrollarte a explicarle qué te apetece, o te da corte, o quieres pedir con autoridad, no todo está perdido: para ti, con cariño, llega la guía de inicio rápido de los cócteles Una o dos copas. En el futuro escribiré sobre cada uno de estos combinados, pero considera esto una chuleta para tus primeras incursiones.

«Me gusta el Gin Tonic pero quiero ir más allá». Si lo que te gusta del Gin Tonic es que se trata de un trago largo y refrescante, puedes pedir por ejemplo un Tom Collins: Ginebra, limón, azúcar y soda. El sabor amargo de la tónica se vuelve cítrico con el limón. Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para el bebedor de Gin Tonic.

«Yo quiero uno de ésos de las pelis, los del vaso de martini». Ojocuidao, que posiblemente lo que tú quieras es un (Dry) Martini. Aquí te voy a pedir que confíes en mí y que si nunca has bebido cócteles NO comiences por él. Te lo justifico: el Dry Martini es un combinado muy fácil de hacer mal. Su receta es, en su inmensa mayoría, ginebra, sólo atemperada por una pequeña parte de vermú blanco. Ojo, que si se hace bien está muy rico, pero puede llegarte a parecer que no es más que un chupito de ginebra king size. Si quieres una bebida igualmente seca, pero algo más accesible, prueba con el Gimlet, combinación de lima y ginebra que le encantaba a Philip Marlowe.

«Lo mío es el whiskazo, perdona». Vale, perdona tú. Lo que quieres es un trago de sentirte como un señor, algo que beber mientras, pongamos por caso, haces como que lees una novela del siglo XIX frente a una chimenea, ¿no? Pídete un Old Fashioned y saborea poco a poco su bourbon o su whisky de centeno ligeramente endulzados y aromatizados.

«¡Seño, seño, yo, yo, que conozco el Mojito! ¡Yo, yo!» Si alguna vez has pedido un mojito probablemente lo que te ha atraído de él sea su frescor y el punto herbal de la menta. Desplázate de Cuba a Brasil, cambia el ron por su prima la cachaça, y pide una Caipirinha (o una Caipiroska, de sabor más neutro porque se prepara con vodka) para seguir por la vía refrescante.

«He probado eso del Spritz, y oye, bien» o «yo soy de vermú (y quizás un poco hipster)» Amigo: tú estás necesitando un Americano. No uno cualquiera, sino el combinado que lleva Campari (que es algo así como la versión para adultos del Aperol), vermut rojo y soda. Pídete unos berberechos y unas patatas, agénciate un periódico y verás cómo vuelan las horas…

«Oye, ¿puede ser algo con sombrilitas y colorainas? ¡Quiero sentirme como si estuviera de vacaciones!» Claro que puede ser. Apuesta por un Mai Tai, uno de los grandes clásicos de la coctelería tiki. ¡No te dejes engañar por su aspecto! Los cócteles tiki son lobos con piel de cordero y debajo de las florecitas y el humo esconden una bomba de relojería.

«¿Y qué hay de Bloody Marys, White Russians, Cafés Irlandeses o cócteles con champán?» Aquí entraríamos en lo que yo llamo «coctelería para momentos especiales» o «coctelería con cláusulas». El lugar natural de un Bloody Mary es un desayuno muy, muy tardío y algo resacoso. En ese mismo contexto no estarían mal algunos cócteles con champán (o cava o…) como el Mimosa (con naranja) o el Bellini (con melocotón), pero para qué te vamos a engañar, ¡las burbujas están para brindar! Si ése es el caso tira la casa por la ventana y haz chin chin por ejemplo con un French 75 (con ginebra y limón). Los White Russians, en cambio, son un tipo de combinado para disfrutar en sustitución o – si pesas 25 kilos- además del postre, un poco lo mismo que ocurre con el Café Irlandés y demás combinados calientes, que requieren una superficie estable donde servirse y una sobremesa agradable para disfrutarse.