Creo que ya he mencionado en alguna ocasión que me chiflan los cócteles que utilizan vinos de Jerez, y el Bamboo es uno de los que más me pido o preparo yo misma. Recientemente, lo pedí en el 1862 Dry Bar de Madrid. Tomé otro en el Gimlet de Barcelona. Y en casa es de los habituales, primero porque tiene un contenido alcohólico tirando a bajo, y segundo porque tengo una pared del comedor empapelada con bambú y las fotos quedan muy resultonas, oye.
El Bamboo es un cóctel que, se cree (como casi siempre en coctelería) que nació en Japón a finales del siglo XIX o principios del XX, y que habría sido obra de Louis Eppinger, bartender del Grand Hotel de Yokohama. O no. Eso es lo que afirma William Boothby en su libro «The world’s drinks». Otras versiones lo atribuyen a una canción de moda en 1902, «Under the bamboo tree», de Bob Cole. El primo hermano del Bamboo es el Adonis, que cambia el vermut seco por el dulce. Sin embargo, la versión de Stuart Thomas en «Stuart’s Fancy Drinks and How To Mix Them» utiliza vermut dulce. David Wondrich, que es el historiador al que hay que acudir en estos casos, dice en su libro «Imbibe!» que la versión correcta es la que lo atribuye a Eppinger, de quien cuenta muchas anécdotas. Wondrich afirma también que la receta corría ya por la Costa Oeste de Estados Unidos, y que en 1893 ya había un muy parecido «Boston Bamboo» en los salones de la Costa Este. ¡Y todo esto sin entrar a debatir siquiera qué tipo de Jerez debe usarse! ¿Con una explicación tan poco embrollada, quién no se daba a la bebida? ¡Gracias por tanto, Bamboo!
Bamboo (una receta tan canónica como es posible)
45 ml de vermut seco
45 ml de amontillado
2 golpes de bitters de naranja
2 gotas de Angostura
Un twist de limón
Enfriar los cuatro primeros ingredientes removiéndolos con hielo en un vaso mezclador. Servir en una copa de martini o un vasito enfriado. Pasar el twist por el borde de la copa para aromatizarla y tirarlo dentro.